Irlanda ya tiene dos tesoros nacionales, las pintas de Guinness y los Fontaines DC. Este quinteto de Dublín, en el que por cierto hay un madrileño a la guitarra, Carlos O’Connell, han perfeccionado su depurado post-punk y han sacado el que probablemente sea el mejor disco del año, el cuarto álbum de la banda: Romance.
Cualquier tema del disco puede convertirse en un single de culto, desde la genial Starbuster, como Favourite, In The Modern World… toda una lección de por donde deben ir los derroteros de la música alternativa y de calidad.















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